En un compromiso
Me acordé de mi (ahora) ex novia cuando me sirvieron el caramel macciatodel Starbucks, bien calentito, con mi nombre escrito y una sonrisa mal dibujada. Me habría matado si hubiese podido verme allí, mojándome el bigote con la espuma. Soy un capitalista repugnante, pensé, aunque ese pensamiento no era mío, sino de ella, que había...