Esencia sin existencia
Aquel día, por fin desperté del sueño lúcido en el que vivía inmersa. Un sueño en el que nunca era yo, pero me sentía como tal. Me incorporé y aunque no podía verlo, sabía que estaba llorando. No sabía el porqué, a pesar de saberlo. Me miré al espejo y volví a no verlo. No...