Amor de concreto
Pensé, mientras se lanzaba el coche contra el muro, la promesa que nos hicimos: hasta que la muerte nos separe. !Está loca! gritó cuando tomé el volante, y su rostro pálido me desprendió una carcajada. Mi vestido blanco inmaculado que manchó con sus engaños, se va a teñir de rojo y mi dignidad se conservará...