Pensé mientras el coche se lanzaba contra el muro , que quizá no había hecho las cosas del todo bien con Marta. Era una chica sencilla y honesta, que no cayó rendida a mis pies cuando le enseñé los ceros de mi cuenta, al parecer yo le gustaba de verdad. Hice mal en no tener en cuenta su sensibilidad, más mal hice al no archivar el chat con su mejor amiga, aunque sin duda mi peor error fue darle un duplicado de las llaves de mi Lamborghini. Ahora tiemblo al pensar en el yate y el helicóptero.

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