El rumor del mar
Ascendí hasta el final de la carretera Carlitos dormía El rumor del mar No sé si lo soñé Amanece,
460participaciones
Admisión de originales: del 5 de abril al 21 de mayo
Periodo de votaciones: del 22 de mayo a 12 de junio
Fallo del Jurado: el 20 de junio
Ascendí hasta el final de la carretera Carlitos dormía El rumor del mar No sé si lo soñé Amanece,
Antes de que el viaje altere mi vieja y adolescente pasión por esa cruza de mármol y hombre; a golpes de cincel y punzón, quiero grabar en mi alma esa ideal y lejana belleza: desconocida certeza de formas que se despliegan en calma. ¿Advertirán mis dedos en contacto con el frío, pero vivo, mármol blanco...
Sus recuerdos guardados en la maleta… Su pasado, sus noches de dolor, sus angustias y sus sábanas bañadas de deseos, las cuales llevaba también para que le abrigasen en su largo dormitar. Nadie sabía para donde iba. Se acordó del cielo, de la luna y de la noche, de los amantes furtivos, que aún no...
Subí a tu sueño para volver a verte; shhh… que nadie lo sabe. Y tú, volaste bajo para esperarme en tu noche; shhh… no digas nada… que nadie se entere, que ellos no entienden. Y me encontraste…: sabía que podrías; y tú lo sabías. Y entonces… ¿por qué no antes?… shhh… no preguntes, y ven.
Edgar, escribo éste e-mail desde Cartagena sitio histórico, anhelo disfrutes Aruba y el sol apagándose con la noche. Ir a Estocolmo fotografiar decorados y detalles del navío convertido en arte El Vasa, recorrer El Ayuntamiento donde 2 Premios Nobel Colombianos fueron laureados, ver los salones de banquetes Dorado y Azul de hermosa arquitectura y pasear...
Quizá fue el alcohol, que me empujó para ofrecerme como acompañante. Ebrios de cerveza y ganas de vivir, reíamos planeando no ser convencionales, coger sólo lo más importante: mochila, música y baraja de cartas. Las normas estaban claras: -No comprar recuerdos absurdos -Disfrutar la Fontana sin tirar monedas y desear imposibles -Sin cámara de fotos,...
Mi viaje soñado,lo haría en un vehículo especial, una cama, en ella me acostaría y cerrando mis ojos, moriría, sentiría como mi alma se eleva y deja atrás mi carne mortal, flotando en el espacio iría, guiado por ella hacia una extraña luz,al llegar lo que vería sería algo nunca visto,lo más bello, lo más...
Mis abuelitos que vivían en el campo estaban muy preocupados porque su capataz estaba medio loco desde que falleció su esposa, Gumersinda. Repetía sin cesar que quería ir donde ella estaba, mientras buscaba una cuerda. Un ruido nos sobresaltó y corrimos todos hacia el galpón. Allí estaba él despaturrado, con una pierna sobre un cajón...
Silvia deja los palillos junto al bol de ramen y mira las siluetas de bambú en la pared sin verlas. La voz del camarero preguntando por el postre la trae de vuelta a Madrid. Hace un año no sabía pronunciar “sushi” y ahora navega en la carta de nombres exóticos sin la menor zozobra. Todo...
Te evoca elefantitos perdidos a los que baldeas con cubos de zinc y luego te siguen a ritmo de música de Mancini. Sugiere guerreros con lanzas y escudos; mujeres de cuello largo, cráneo rapado y ojos inmensos. Trae también a tu mente un país vecino envuelto en memorias de granja africana que espera impaciente la...
Estoy impaciente, ansiosa y… (Nota: consultar sinónimos). La preparación ha sido larga, así que valdrá la pena. He escuchado comentarios sobre “ese lugar”. Que es lo mejor, que es un asco o que hay que aprovecharlo al máximo. ¿Serán como yo allí? Salgo en nada, ya dan el aviso. Me esperan, yo de momento he...
Ahí y entonces. Poder disfrutar de lo mismo que ellos. Poder comer esos tomates sabrosos y dulces. Los guisos de la abuela del moño. Fresas con zumo de naranja. Un cumpleaños. Poder andar al trabajo. Veinte minutos de ida y veinte de vuelta. Perfecto. Tararear la cara A a la ida y la cara B...