Próxima parada: Donde viven los ángeles.
Hace años te fuiste y aun recuerdo cada aroma que me enseñaste. Eras las mañanas de verano, lo que al pan la levadura. Tu luz iluminaba el mundo dentro de la cocina. Mil sacos de harina no minaron tu alma ni la guerra tampoco, yo sigo practicando tus muchos juegos en cada restaurante donde habito....