el tren que no me dejó
Me recuerdo correr tras un tren en marcha. No fue al andén para detenerme. Cuando la conocí el mundo calló, me devolvió el pasaporte, respiré para saberme vivo. Todos los sueños se mojaron a orillas del Danubio: Szeretlek. Desperté en un camarote vacío, se había convertido en almohada. La vida real esperaba en México, a...