Hijas de un sueño prohibido
De niña quería volar. Volar lejos de la tierra, de mi pueblo, de mi familia, acariciar el mar. Planeé mi vida con tan solo diez años. Mis ojos ansiaban sentir la libertad, el anonimato, poder cantar y bailar por las calles sin que nadie supiera que era la hija de la Señá Cándida. Me imaginaba...