Colonia
El tren de Ratisbona viene retrasado. La tensión aumenta con cada segundo que pasa. Finalmente llegamos a Colonia. Me esperas en el andén. Nunca antes te he visto, sin embargo te reconozco al instante. Me tiendes la mano. Te miro a los ojos. Esos ojos color sulfato de cobre en los que leo el itinerario...