Sin Retorno
Mientras caminaba, contemple a lo lejos un hombre que agitaba sus cansadas manos en señal de saludo, sin dudar emocionado corrí hacia el. Era mi abuelo; un hombre trabajador, amado por su familia. Esa noche al cenar, note que sus manos estaban temblorosas, su voz era pausada y sus pasos cada vez mas lentos. Mi...