Ya no lo es más…
He llegado temprano, como siempre. Diez minutos antes de la hora acordada. Tendré que esperar entonces más de veinte minutos para que llegues. No hemos perdido la costumbre, yo de llegar a tiempo, tú de llegar tarde. En cualquier otra ocasión te habría esperado sentada en la banca cerca del kiosco, habría sacado un libro...