Son-risas
Silencio. Dos de la tarde. Puedo escuchar el eco de la puerta que se cierra tras de mí. Camino despacio, sin prisa. Miro el horizonte. A un lado, aquella línea de edificios que marcan el límite con el cielo. Un cielo azul, limpio, libre de estelas de aviones. Edificios sellados; me imagino las miradas de...