Detrás de la ventana
Hace unos meses nos mudamos a Santa Delia para cuidar a la madre de Osvaldo. El acuerdo tácito era que yo me encargara de doña Carmen, mientras él trabajaba en el campo de unos vecinos. Desde que llegamos, Osvaldo me sugirió (con esa manera tan suya de sugerir que apesta a mandamiento) que no paseara...