Recordaré este tiempo de horas interminable y días de cambios…
De sentimientos y momentos inesperados e inimaginables, llenos de temores y de pocas sonrisas.
Recordaré este tiempo, en familia y con los seres queridos, compartiendo momentos únicos aun en la distancia y gracias a las últimas tecnologías.
Serán días de incertidumbre, de miradas bajas y perdidas, fijas hacia un horizonte de esperanza, lleno de recuerdos e ilusiones por un futuro mejor.
Ese horizonte será el lugar perfecto para refugiarme, para no pensar, para no ver, para no sentir…
Desde mi casa, en mi Barrio, tengo la suerte de dar a una de las calles más vivas y bonitas, con un gran parque en el que por un tiempo estuvo, vacío de gente, coches y de las risas de los niños.
¡Si es triste verlo desde cerca, aún impresiona más desde las alturas!
En esos días mi tiempo de relax y desconexión era ver pasar las horas y los días, desde mi terraza, que es comunitaria, la cual fue mi tesoro más preciado, mi refugio. Esa terraza me sirvió de consuelo y desconexión, aún habiendo sol y haciendo buen tiempo, la angustia de ver las calles vacías y sin ruido, te hacía el día gris, poquitas cosas te podían hacer sentir bien.
El azul del cielo, los rayos de sol, la brisa suave y el cantar de los pájaros hacían que fuera una privilegiada aún en esos momentos.
Mi mirada se perdía en ese horizonte donde mis pensamientos y mis ganas por vivir eran más fuertes que nunca, ante mí se desplegaba un abanico de colores llenos de mil y una historias y momentos por vivir, con la ilusión de creer que pronto pasaría todo.
Ver los pájaros volar mientras yo me sentía encerrada, enjaulada y frustrada, era enternecedor, con esa libertad sin límite solo los pájaros danzaban a su antojo con su vuelo, y su canto a la libertad en un cielo más azul y limpio de contaminación que nunca, en el que ellos ahora podían sentir más suyo que nunca. Es difícil de entender que de la noche a la mañana la seguridad total este en tu casa, solos o acompañados y que al salir a comprar, el ver a poca gente y a la que veías ni siquiera la miraría a los ojos por no ver la tristeza, desesperanza y miedo que reflejaban sus rostros, cansados por no saber, por no entender.
Calles desiertas, y casi desconocidas… Instantes que se graban en la retina y en la mente, momentos duros, raros y surrealistas, llenos de pena, preocupación, miedos y lágrimas, por todo lo que está sucediendo en el mundo entero.
Como consuelo siempre ahí algunos rayitos de sol que te dejaban esos días…
Gente dedicada y altruista, gente sincera y entregada. Había pocas cosas que te hiciesen desconectar de la realidad, como que llegasen las 20 h, en que lo dejabas todo, solo para formar parte de ese momento de emoción y reconocimiento a todas esas personas que seguían al pie del cañón, incondicionalmente. Solo se escuchaban palmas, gritos y algo de música, al ser de noche solo podías imaginar cuantas personas estaban aplaudiendo desde sus ventanas o balcones, al pasar de los días, se pudo visualiza las caras, ver las sonrisas de complicidad en rostros conocidos y no tan conocidos pero todos unidos por la esperanza de volver a respirar, besar y abrazar sin miedos…
Confesaré que sigo sorprendiéndome de muchas cosas de ese y este tiempo…
Me sorprendo aún, al salir a la calle y ver a todo el mundo con mascarilla.
Me alegra poder sorprenderme, de ver como hay mucha gente buena que lo da todo desinteresadamente.
Me sorprende que aun me pueda enfadar, al ver como los políticos no han estado a la altura, que antepongan sus intereses al del pueblo, en estos momentos tan duros y difíciles.
Me sorprende, confirmar que de momento no hemos aprendido nada de esta experiencia colectivamente, sino individualmente…
Me quedaré con las personas que me hicieron sentir querida, aún estando lejos las sentí más cerca que nunca, con solo una llamada, un mensaje, o un escrito.
Me quedaré con los momentos buenos en familia, con el día a día que nos enseñó que todos los momentos malos te dejan algo bueno, que solo se verán con la distancia del momento.
Me quedaré con el ahora, el solo hecho de poder escribir mi vivencia, ya es mucho.
Y no dejaré de sorprenderme por todo lo bueno y malo que me dé la vida, a pesar de mis años, eso significara que estoy viva.
OPINIONES Y COMENTARIOS