Edén literario
Necesito ocultarme de mi, de las ausencias, de los fantasmas que asechan por la habitación. Uno de estos seres adquirió la apariencia de una mujer y me abofeteo. ¡Olvídame! -gritó cerca a mi oído. Posteriormente, las palabras se precipitaban por mis dedos, sentía un placer inmenso al serpentear la pluma contra el folio, hacen falta...