Empezar a escribir
Empiezas con una palabra. Sin darte cuenta has acabado el primer párrafo. Lo lees y lo odias, pero escribes el siguiente por culpa de esa mezcla entre vergüenza y orgullo que sientes por ti mismo. Cierras el texto y lo das por acabado. Lo imprimes, lo arrugas, lo rompes y lo quemas. Poco después no...