¿Cómo diablos empiezo a contarte si tengo que ser breve en éste microrrelato (retórica)?

Nunca he podido expresarte éste impetuoso sentimiento; está atormentando mi mente y es tan ostensible en mis ojos.

Que te he querido y he sido condescendiente al mismo tiempo para no pegarme un tiro, es verdad.

Te fuiste una noche lluviosa y fría de julio, recuerdo que salí detrás de tí para darte un girasol empapado de sangre, pero solo escuché el murmullo de los truenos que de niño me asustaban…

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