Sick Day
El granizo golpeaba la ventana como agujas, como millones de uñas o manos diminutas pidiendo paso. Saliendo del congelador, que ya no congelaba, un olor a podrido se extendía por toda la cocina y parte del salón. ¿Era el congelador o mi anquilosado cuerpo en el sofá lo que desprendía aquel tufo? Imagino que la...