Corriente
En una isla artificial del río que, formando meandros imposibles, bordea la ciudad, hay miles de salmones contra la corriente, volviendo al lugar donde nacieron para aparearse, como si el tiempo no se pudiera parar y la eternidad no estuviera un poco más adelante. Entre las rocas graníticas de musgo y liquen nos quitamos la mascarilla y nos besamos. Pero,...