BICHOS
Ahora solo quedo yo. Esos malditos bichos acabaron con todos. En principio no parecía excesivamente complicado, se trataba de actuar con disciplina, de controlar el aire y las gotitas de saliva en suspensión que acababan encontrando de una u otra forma su camino hasta las bocas, ojos o narices. En un principio quizá el error...