El descuido que lo cambió todo
– Contigo cometería el error de casarme. Raquel, no mires hacia abajo; no hace falta que me respondas igual. Solo sé que te quiero. Y no puedo guardármelo. Las risas y conversaciones que tengo con Miguel por videollamada me distraen de la situación que hay en las calles. Nadie pasea, no se escuchan pasos ni...