Guardando abrazos
Llevo días guardando abrazos que no sé si podré entregar. En la tele, los ataúdes patinan sobre el hielo. Yo conozco a alguno de sus ocupantes. Es tan triste morir solo. Lloro por ellos y por mí, aliviada porque ya creía que me estaba convirtiendo en piedra. Aute, se ha ido también y con él “el dulce pájaro de juventud”. Noto un vacío dentro que soy incapaz de...