Realidad incandescente
En la dulzura de los ojos del mar se reflejan los desastres del cielo, de él han caído todos los insípidos hombres con sus papilas sedientas de sabores leguleyos, reclamando justicia con extenuantes voces de amargura y posesión. A él, atribuyo todas las desgracias conspicuas. Solo él con elegancia sigilosa toma el control sobre la...