El paseo de los melancólicos
Él gustaba de caminar a solas. Buscaba siempre nuevas rutas que le condujeran al paseo de los melancólicos, pues le hacía gracia verse reflejado en aquella vieja chapa. Una noche, caminando por el paseo de los melancólicos se encontró con otra chica melancólica y le dijo: —Hola, ¿acaso tú también eres melancólica? No sabía que...