La obediencia debida
PRIMER CAPÍTULO Villafranca de los Barros, 30 de Noviembre de 1907 Ha muerto el abuelo y ya no tengo quien me escuche. En el despacho vacío, dentro de una caja negra con adornos dorados, tan lúgubre, reposa mi abuelo dismiuído y pálido. Pareciera que una sanguijuela ha absorbido la vida que le quedaba, y la...