¿Dónde se oculta la Luna?
Capítulo 1. Ananké, así nombraban los griegos al destino, indiferente a los actos humanos, indiferente, por tanto, a que yo hubiera o no estado allí, con Ella. ¿Qué me queda de Ella? Me queda lo inefable. El calorcito de su piel en cada punto cardinal de nuestra cama; el sabor del café, amargo de despedida...