tara
Uno. Se acabó la fiesta Hacía mucho calor. La casa estaba en una carretera de costa, colgada al mar. Recorrimos un camino de palmeras y tierra en coche y aparcamos detrás de una verja. Había un coche viejo debajo de una parra, parecía que nadie lo había tocado en mucho tiempo. Bajé toda despeinada por...