EN NOMBRE DEL PADRE Y DEL HIJO
Tras un día particularmente difícil dada la pésima conducta de sus alumnos, Alfredo necesitó más que nunca desahogarse y relajarse en su café habitual. Felizmente para él, aquella hermosa tarde de abril tuvo el efecto inmediato de calmar su ansiedad. El aire puro y el tibio sol de primavera estimularon en Alfredo una inusual dicha...