EL AGUA DE LLUVIA HACE CRECER EL CABELLO: VIAJE A LA REPÚBLICA SABADIANA
Pronto sintieron la humedad. La ropa parecía estar mojada todo el tiempo y el sudor empapaba las espaldas de los que se afanaban en transportar los equipajes. La llegada al muelle la dejó sin palabras. Ella sólo había salido de Villar de las Peras tres veces, contadas con los dedos de una mano, y siempre...