La cocina
Me lo habían advertido: el dueño era un negrero. Nosotros no éramos negros; solo sudacas sin papeles trabajando en negro. Los nuevos negros del mercado. Ese trabajo precario era temporal, hasta que me salieran los papeles. Con ese mantra me consolaba: el zulo compartido era temporal, el barrio inseguro era temporal. Como si los papeles...