Tierra azteca.
Mira nada más, luces tan hermosa e imponente. Por fin descansas a la luz de los faroles. Quedó atrás por algunas horas el ruido del silbato del señor que vende los globos, de los vendedores que ofrecen su mercancía, de los tacos de suadero y el olor que desprenden; de la multitud que día tras...