ASALTO A LAS ACERAS.
Gustavo no manejaba aún la silla de ruedas con soltura. Sólo hacía dos semanas que se la habían entregado y estaba en fase de adaptación a este artilugio al que se había resistido durante muchos meses. Hoy era el segundo día que mientras paseaba por la calle solo, empezó a sentir tenuemente que a lo...