La plaza, la bicicleta y el infierno.
—Los niños que se caen de las bicicletas siempre lloran, quiero que me escribáis una redacción al respecto, una redacción que lleve por título «Al caerse de la bicicleta el niño lloró«—con esa frase pretendía mi bipolar profesora Raquel que diéramos comienzo a un relato basado en nuestra infancia. Su contenido no debía exceder de...