La urbanización
Aquel hombre vivía dentro de su abrigo de cachemir desde que perdió el trabajo y, por efecto dominó, casa y familia. Como tampoco le llegaba para comer, había bajado mucho de peso y ahora era un hombrecillo al que el abrigo le quedaba holgado, muy holgado, tremendamente holgado; se podría decir que era un abrigo...