Hoy es uno de esos días que mi corazón amaneció tan nostálgico, el día se compadece de mí, el sol se cubre con nubes grises, casi al instante siento correr sobre mi rostro, gotas. sí, gotas, y no logro diferenciar el sabor.

Lo dulce me recuerda los días que corría detrás de ti, pendiente que no cayeras a un arroyo, pues tu cuerpecito apenas conocía lo equilibrado que puede ser, brincas como un novato pero tu sonrisa hace que todo sea perfecto, no hay mejor cuadro que ese momento, corriendo tras de ti.

Recuerdas que no logro diferenciar el sabor de la gota; es salado como el mar, así lo percibo, mientras tanto se dibuja una sonrisa en mi rostro, al ver tu mirada traviesa, dándome confianza que eres y serás feliz, ríes a carcajadas tal cual tu progenitor, vas corriendo bajo la lluvia, con la mano derecha alzada, corriendo en medio de una calle adoquinada, y es allí que no puedo hacer nada, no puedo detenerte, pues mi cuerpo se quedó inmóvil, la impotencia se apoderaba de mi, pero no me queda mas que dejarte ir.

Una mujer, parada bajo un cielo gris que exprime cada gota del cielo, parada en medio de una calle adoquinada, logrando descifrar lo dulce y salado de tu partida.

Así que hoy, hoy estoy justo aquí donde te vi por ultima vez.

Tu puntuación:

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS