A la noche de lo común
Nuevamente estoy sentado en el frío asiento de cemento en el parque. Algunos jóvenes se ejercitan y yo, para distraerme de aquellos pensamientos tormentosos, los observo, principalmente a aquel que no trae camiseta – Que mi libidinosidad contrarreste mi pena – pienso, pero sé que no funcionará. El viento mueve las hojas de los árboles...