Los sonidos que se fueron
Leonardo Gutiérrez Tiempo después, al pasar por el frente de la casa donde vivía la seño Dora, recordé aquella mañana en la que, por vez primera, pisamos mi hermana Rebequita y yo, la inmensa terraza, dispuestos a entrar a ese desconocido mundo del aprendizaje del alfabeto al que mi madre nos enviaba. Ese día, recordé...