CONFIDENCIAS
I ¿Sabes que papá…? No olvidaré que meciste mi cuna en la zozobra de las noches tenebrosas; acunándome entre tus brazos; impávido me tranquilizastes para que pudiera dormir. Antes de que estos recuerdos se desvanescan con el tiempo, quisiera escribirlos. No ha sido de mi gusto hablar de mi padre: primero, porque recordarlo me produce...