La pícara Tía Candelaria
Me hubiera gustado que conocieran a mi tía: Mal hablada, cuenta chistes, vacilona. Y si no ahí está el cura de pueblo, que mi tía invitaba a comer sólo para ponerlo colorado cada dos o tres minutos, aunque a veces solo se atragantaba. Pero eso sí, nunca dejaba de ir. Era hermana de mi abuela...