Relatos de Infancia
Las gallinas correteaban todo el día en el patio que queda atrás de la casa donde vivíamos. Jugaban con el gato de mi vecino Miguel, a policías y ladrones. Recuerdo que con mi otra hermana, les habíamos puesto nombres a las de dos patas: Griselda, Graciela y Gregoria. Graciela era una gallina estéril, flaca, poco...