Puerto infierno
Puerto infierno. Gritaba con tal desespero que parecía que iba a morir, junto con nosotros por el estrés causado por esos gritos. Y se recostaba sobre mis piernas para dejarlas mojadas con sus lágrimas y así después incorporarse en el asiento de ese campero y echarse a reír. Que bipolar se tornó nuestro primo de...