LA BENDICIÓN NO VIENE SOLA.
Al sentarse en la mesa, la mayor de las hermanas siempre le escondía el plato de comida al penúltimo. Él era el más gordito de todos ellos, su abuela lo llamaba: “Pepe cochino” y no porque se llamara José sino más bien por un comercial de televisión. Mi abuelita me enseñaba la foto familiar tan...