EL VIAJE QUE SIEMPRE DESEÉ
Era tarde aquella tarde. Salí a la calle temprano; no deseaba quedar más tardes en mi casa, esperando algo que nunca llegara. Dentro no había más que quietud. Dolía: claro que dolía. ¿Quizás dormida? Una tarde vi una luz y no la extrañé, me pareció conocerla desde siempre, no parecía lejana. Mucho más lejano el...