La Penúltima Vez
Estaba a punto de verte por penúltima vez. En aquel sitio tan desolador, en aquel aeropuerto. Era pequeño, ínfimo, tendría, de casualidad, una pista. Y era para esos aviones que parecen aves enormes y torpes y en cuyas ventanillas traspasa el silbido del aire, como queriendo desesperadamente entrar. El vuelo saldría con dos horas de...