Peces que caminan sobre el agua
El sol abandonaba la playa mientras el arrebol pintaba la escena. Dos sombras cada vez más grandes se tornaban una lentamente. En una de ellas una lágrima hacía maromas por no seguir rodando, por no desfallecer como el hálito a despedida de ese tierno y húmedo último beso. Ojos de avellana, pletóricos como el espacio...