Sin retorno
Al viaje que aún no he hecho no le tengo miedo. Tampoco le tengo ganas. Solo me aterra llegar demasiado cansada. Si llego entera de mente, de cuerpo y de corazón, no tengo ninguna prisa ni lo voy a esperar sentada. Si está en juego mi respeto, mi dignidad y mi cordura, me voy sacando...