Mi héroe
María miraba con nervios su reloj de pulsera ¿por qué no daban ya las cinco y media? ¿Qué demonios pasaba esa tarde que no pasaba el tiempo? Se moría de ganas de levantarse y salir corriendo, pero sabía que eso era peor, que eso atraería aún más miradas sobre ella; y más comentarios. Como si...