Trascendencias de amor filial (Cuento)
Antes del alba, timbró el teléfono. Era Alejandro pidiéndome llevar la niña al parque. No le entregarían el carro y debían viajar en tren. La tristeza acentuó mi soledad: anteriormente paseábamos los tres; en aquel momento, separados, él tenía su custodia los fines de semana, por mandato legal. ─Hija, ¡levántate! Es sábado y debes estar...