XVI poemas Libres de amor y otros
«El crepúsculo devoraba ansiosamente el resplandor del ocaso» D.C. Señora triste,cómo no verte tan majestuosa,cómo ignorarte, la más hermosa,si exiges siempre, día tras día,como si fueras coqueta impía,de mis miradas las más ardientespara sentirte más reluciente. Pocos minutos para vestirtede mil colores, de mil matices,lucir tus trajes tan perfumadospara marcharte hacia otros lados. Señora triste...