Nos abraza la noche

en su mágico sueño,

susurros y besos,

caricias sin dueño.

Nos abraza la noche

con vago destino,

jugando a ser tuyo,

queriendo ser mio.

Quisimos que nos encuentre,

el desvelo entre las sombras,

latiendo y latiendo,

cual sangre en las venas.

Quisimos ser mártires

en los cielos oscuros,

quisimos ser aves,

quisimos, quisimos.

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